martes, 22 de mayo de 2012

De poesía y filosofía.

En éste Blogg se ha dado una pequeña muestra de que en la construcción de la imagen del filósofo la literatura ha tenido buena parte en ella, en mi caso les hablaré un poco de la poesía que aquí se pudo leer. Si se le podría considerar como una limitante aquí sólo se citó al autor Jorge Luis Borges y sus dos poemas a Baruch Spinoza y a Heráclito y su poema a Descartes. ¿En qué nos ayuda ésto en la construcción de la imagen  del filósofo? ¿tienen algo en particular que los unifica?
Por un lado podemos señalar una actitud al hablar de los filósofos y en como ésta se encuentra cargada de solemnidad y de respeto, visión muy diferente a la que vemos en los post sobre lo cómico (véase post) y que nos hablan ya de la multiplicidad de miradas en la construcción de la imagen del filósofo. En el caso de éstos poemas también se lee que no son los rasgos físicos de los filósofos los que hacen ésta imagen en la poesía; la atención se centra, a mi consideración, en dos aspectos primordiales: su vida y su producción filosófica y los contenidos de las mismas.
Una forma grata en la lectura de éstos poemas es pensar tanto en la filosofía como en la vida de los autores y en cómo ésta se encuentra íntimamente ligada. Se lee que en caso de Heráclito que "Su voz declara:Nadie baja dos veces a las aguas del mismo río" (véase post), ello nos remite directamente a una de los más citados fragmentos citados del autor y que forman una parte fundamental de su propuesta sobre el devenir. También al respecto de la filosofía de Heráclito se retoma en otro poema:"El río me arrebata y soy ese río. De una materia deleznable fui hecho, de [misterioso tiempo. Acaso el manantial está en mí. Acaso de mi sombra surgen, fatales e ilusorios, los días" (véase post), aquí vemos cómo se recupera de nueva cuenta el fragmento anteriormente citado de la obra de Heráclito, pero también vemos en éste fragmento del poema de Borges la actitud de seriedad y de solemnidad cuando además de citar el contenido filosófico de la obra de Heráclito también le introduce un nuevo problema al devenir y ese podría describirse como la sensación que el mismo Heráclito pudo tener al plantearse el devenir: su propio devenir, el de todo lo que ve, si todo cambia y nada permanece, entonces también el mismo podría ser una ilusión. De ello se podría desprender que no sólo éste filósofo sino que todo filósofo se puede encontrar atravesado por su filosofía en su vida diaria, en su forma de ver y sentir la vida.
En el poema Descartes (véase post) se recupera también una parte de su filosofía cuando al leerlo se pregunta por si hemos soñado la línea, el punto, la geometría, la luna, etc. Ello nos remite a las meditaciones metafísicas de Descartes y cuando éste se pregunta si no todo es un sueño y cómo distinguir si está dormido o despierto. De nueva cuenta la mirada de Borges es tan profunda que le pregunta al mismo Descartes no por el sueño de eso, sino por el sueño de lo que él mismo planteo (como sus postulados matemáticos y filosóficos) y el entramado complejo de preguntas a las que invita el sueño en la vida misma.El caso de Spinoza es seguramente el más especial porque marcó toda una forma de ver al filósofo judío. Al respecto de su filosofía se hace principalmente una: la referente a su llamado monismo y unificación de todo en Dios. Se lee que "Alguien construye a Dios en la penumbra.Un hombre engendra a Dios. Es un judío" (ver post) y "Libre de la metáfora y del mito labra un arduo cristal: el infinito"(véase post).
En el mismo Spinoza vemos cómo para ésta construcción de la imagen del filósofo la vida es fundamental. Filosofía y vida están íntimamente ligadas. El poema titulado Spinoza comienza diciendo que: "Las traslúcidas manos del judío labran en la penumbra los cristales", quizá ésto nos remita a dos partes fundamentales de Spinoza que son su exclusión dentro de la comunidad judía y en cómo pasó sus días puliendo cristales, puliendo también el infinito, su filosofía. También se lee en Baruch Spinoza que "Desde su enfermedad, desde su nada, Sigue erigiendo a Dios con la palabra. El más pródigo amor le fue otorgado, El amor que no espera ser amado.", otra vez aquí recordamos cómo Spinoza vivió de una forma precaria a la vez que construyó una de las filosofías más abarcantes, más vitales.
Para concluir y recapitular: en el caso de la poesía de Borges se construye una imagen del filósofo que recupera la vida de éstos sumada a su obra, se les trata con mucho respeto, se les cuestiona por sus obras, se ve al filósofo como aquel que vive su filosofía, aquel que siempre está dispuesto a la pregunta, a la incertidumbre, al rechazo, pero también al recuerdo.

Elaboró: Iván Caballero Mendita.

1 comentario:

  1. Tu entrada tiene algunos problemas. El primero y el más importante es que la redacción está muy descuidada, lo que hace que no se entienda bien o de plano, no se entiendan algunas de tus ideas. Por otro lado, te concentras en la descripción de los poemas, para llegar a una conclusión bastante simple, más descriptiva que propiamente conclusiva. Creo que te hace falta hacerte algunas preguntas. Por ejemplo, sobre el autor de los poemas y su relación con la filosofía, o la relación entre poesía y filosofía en general, para dar quizás paso a una reflexión más de fondo.

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