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lunes, 11 de junio de 2012


Reflexión Parte II

Si el siglo XX ha modificado las exigencias, la apariencia y los móviles no sólo del mundo y los hombres en general sino también del filósofo como expresé al final de la primera parte de mi reflexión, eso puede conducirnos no sólo a comprender porque el filósofo hoy en día se ve consagrado en su obra escrita de tal modo que “el que no produce no vende”. Sino que  también nos permite comprender el por qué de la necesidad de hacer una imagen comercial y divertida de los descendientes de Sócrates, al parecer podríamos pensar que no sólo el que no escribe no es ya hoy día digno de ser nombrado filósofo ya que dentro de los contenidos del blog la imagen del filósofo no sólo se ve convertida en la imagen de un erudito sino también en la imagen de un personaje que debe acoplarse a las modas actuales, debe vender  en las librerías y en el mercado con una imagen graciosa y osada.
            Es por ello que hoy el día el filósofo y su quehacer no sólo nos llega en textos sino también en artículos de uso diario o coleccionables, por ejemplo, el filósofo que se vende en la imagen o en frases de playeras como por ejemplo la playera de Hello Nietzsche en donde un aspecto físico característico del pensador alemán se ve caricaturizado con la mezcla de un personaje de caricatura actual
(véase Imagen), de ese modo se ve cómo el filósofo se ha puesto al servicio de lo que vende, de aquello que lo pueda hacer más popular y lo pueda hacer un personaje más cercano al resto de los habitantes del mundo capital marcando una serie distancia con la imagen de un filósofo ensimismado.
Otro ejemplo de la imagen del filósofo en  siglo XX a partir de las transformaciones del mundo es  el filósofo caricaturizado y coleccionable con el cuál no sólo puedes vivificar a clásicos del pensamiento sino que también puedes jugar con ellos mientras desarrollas una plática filosófica con tus amigos.(véase  Imagen).
Finalmente, otro aspecto de la búsqueda de la popularización y la venta de la imagen y las teorías del filósofo se manifiestan en los cómics pues es en ellos en los que los jóvenes pueden acercarse de un modo diferente y más vivencial a la imagen del intelectual, el filosofo no sólo vende en el siglo XX en la producción de sus textos sino también en el número de tirajes de los cómics que los reflejen. Un ejemplo de ello es el cómic de, Ryan Dunlavey y  Van Lente  titulado Action Philosophers en  Estados Unidos en el año 2004.
(véase Imagen)
En conclusión, aunque podríamos dar un sinfín de imágenes del filósofo desde una postura de erudito, escritor, modelo y personaje a la moda, también puede verse como una caricatura como un personaje de colección o una marioneta lo que creo que termina por ser un autentico reflejo de que “al lugar donde fueres haz lo que vieres”, es decir, la imagen del filósofo también se va modificando según modas y según el transcurrir del tiempo, ahí puede radicar también la permanecía del filósofo a través del tiempo e inserto en el siglo XX. 


Elaborado por Marlene 

domingo, 10 de junio de 2012


Los filósofos griegos se regocijaban con los discursos durante la caminata, los filósofos vistos desde la óptica del siglo XX se encantan con sus bibliotecas. ¡Amemos pues la filosofía que se plasma en papel!

Habría que hacer una reflexión sobre la relación de la imagen del filósofo que se constituye a partir de las fotografías de estos personajes que tienen sus bastas bibliotecas como fondos, ya que muy pasado de moda el movimiento peripatético, hoy nos encontramos en el tiempo en que el hit de ser filósofo es mostrar las obras escritas que pueden llevarlo a la inmortalidad pero también puede observarse a dichas colecciones en papel como la muestra y exaltación de su acervo intelectual. Sin perder de vista una buena pose que parece hacer más global la imagen.
Así, pensaba un poco que algunas de las fotografías en que los filósofos aparecen en sus bibliotecas-estudios no son más que la muestra de que el filósofo se piensa en un hábitat natural en que todo es armonía, no orden; un hábitat en que el filósofo puede estar cómodo acompañado por sus regurgitaciones intelectuales de modo tal que se muestra la imagen de un personaje meditabundo, solitario y atento a su  tarea intelectual, acompañado no por voces sino por libros que inspiran y muestran su reflexión, además de papel, computadoras y/o plumas, incluso, porque no un hilo que lo enlaza con el mundo como el periódico o alguna novela, sin que tenga que recurrir a voces y personas. Ante esto, es que se tendría la imagen del filósofo solitario y analítico como la de Emile Cioran tomada por Sophie Bassouls en 1986, dónde se observa a un personaje concentrado en su lectura y teniendo de fondo libros y papeles posiblemente con contenidos de su labor reflexiva. (Véase Imagen)
También, este fenómeno se puede encontrar la imagen de Louis Althusser que rescata la cámara de Patrick Guis al transcurrir el año 1973, en dónde se ve esa comodidad en un espacio propio en que se trabaja, pero también se ve al personaje complaciéndose con un buen tabaco -gusto muy personal-.
(véase Imagen).
Asimismo, dentro de este corte de fotografías en que los filósofos muestran su imagen al mostrar su zona de confort se encuentra  Emmanuel Levinas fotografiado por  Sergio Gaudenti en 1993, imagen en la que el filósofo se ve entrando a una habitación en que se encuentran libros y papeles como una muestra más de que todo amante de la filosofía debe tener una habitación destinada a dar tratamiento a sus preocupaciones intelectuales.(véase Imagen). Finalmente dentro de este rango en que se muestra a filósofos como habitantes de un espacio privado se puede ver la fotografía de Jean-Paul Sartre de 1970 tomada por James Andanson.
(véase Imagen).
Sin embargo, podemos ver otras poses, usos e interpretaciones en torno a las imágenes que vinculan al filósofo con su biblioteca-estudio; pues podríamos pensar que hoy en día ser filósofos es equiparable al término “erudito” o “intelectual”; visualizándose así como una figura que acumula datos, idiomas y conocimientos, que lee pero además moviliza mediante la escritura de libros, artículos, ponencias dichas adquisiciones.
Sin embargo, creo que igualar esos conceptos limita la imagen del filósofo, lo encasilla al lenguaje y los textos posicionándolo ante el riesgo de un nuevo refrán: “Dime cuánto has escrito y te diré que tan filósofo eres”. Esto me lo permito pensar desde imágenes como la de Antoine Gallimard capturada por la fotógrafa Sophie Bassouls en dónde se observa a un filósofo en una pose casual aunque mostrando parte de su acervo escrito en un librero ordenado y liso, no se ve un área de trabajo sino un lugar impecable  o casi un altar de conocimientos, en la cual su imagen de pensador se pueda resaltar (véase Imagen)
Ahora bien, la imagen anterior me hace pensar por otro lado que hoy en día la academia más que propiciar la educación de filósofo a partir del cuidado del cuerpo y el alma  o como una educación “integral” como lo proponía Platón; le exige al filósofo en formación cierta cantidad de publicaciones al año y con ello se vivifica la idea de que ser filósofo hoy en día podría tomarse como ser intelectual, escritor, erudito, etc; dejando de lado la idea de que cualquiera que aspire ser filósofo no debe caer en la mera memorización, sino que debe estar en un constante diálogo (analizar a través de la palabra) que de por resultado fecundas problemáticas y avistamientos de resoluciones.
Finalmente, dentro de esta misma postura puedo observar la imagen de Derrida de 1987 toda igualmente por Sophie Bassouls en que aparece un pensador en postura reflexiva y abrumada aunque con clara pose a la cámara con poca naturalidad; quizás lo abrumado se deba al peso de la habitación y los libros haciendo caer en una pose poco cómoda. Aunque  esa pose desde mi punto de vista poco favorecedora no elimina el reconocimiento que posee Derrida  como un filósofo brillante del siglo XX, simplemente me parece que su imagen no da más datos sobre su labor como tal.
.(véase Imagen)
En conclusión, a partir de estas imágenes me pregunto si el filósofo que ven hoy es un intelectual e innato escritor o un hombre que trabaja con la pluma reflexiva acompañada por la soledad, el cuerpo y su intelecto.
Aunque lo que creo que nos podría ser más claro es que las exigencias del mundo han modificado no sólo el modo en que los hombres en general actuamos, vivimos y necesitamos sino que ha llegado a modificar las exigencias de ser incluso, filósofo. Ya que a diferencias de la propuesta de Platón en República en que el filósofo debía ser educado desde el cuerpo hasta en sus habilidades matemáticas y discursivas, el siglo XX exige la presencia de un filósofo productivo -“el que no escribe, no vende”-debemos entonces procurar  las habilidad argumentativa para dejarla por sentada en textos.

Elaborado por Marlene

miércoles, 23 de mayo de 2012




Los filósofos griegos se regocijaban con los discursos durante la caminata, los filósofos vistos desde la óptica del siglo XX se encantan con sus bibliotecas. ¡Amemos pues la filosofía que se plasma en papel!

Habría que hacer una reflexión sobre la relación de las imagen del filósofo que se constituye a partir de las fotografías de estos personajes que tienen sus bastas bibliotecas como fondos, ya que muy pasado de moda el movimiento peripatético, hoy nos encontramos en el tiempo en que el hit de ser filósofo es mostrar las obras escritas que pueden llevarlo a la inmortalidad pero también puede observarse a dichas colecciones en papel como la muestra y exaltación de su acervo intelectual. Sin perder de vista una buena pose que parece hacer más global la imagen.
Así, pensaba un poco que algunas de las fotografías en que los filósofos aparecen en sus bibliotecas-estudios no son más que la muestra de que el filósofo se piensa en un hábitat natural en que todo es armonía, no orden; un hábitat en que el filósofo puede estar cómodo acompañado por sus regurgitaciones intelectuales de modo tal que se muestra la imagen de un personaje meditabundo, solitario y atento a su  tarea intelectual, acompañado no por voces sino por libros que inspiran y muestran su reflexión, además de papel, computadoras y/o plumas, incluso, porque no un hilo que lo enlaza con el mundo como el periódico o alguna novela, sin que tenga que recurrir a voces y personas. Ante esto, es que se tendría la imagen del filósofo solitario y analítico como la imagen de Emile Cioran tomada por Sophie Bassouls en 1986, dónde se observa a un personaje concentrado en su lectura y teniendo de fondo libros y papeles posiblemente con contenidos de su labor reflexiva. (Véase http://laimagendelfilosofo.wordpress.com/2012/05/02/576/)
También, este fenómeno se puede encontrar la imagen de Louis Althusser que rescata la cámara de Jacques Pavlovsky al transcurrir el año 1978, en dónde se ve esa comodidad en un espacio propio en que se trabaja, pero también se ve al personaje complaciéndose con un buen tabaco -gusto muy personal-.
Asimismo, dentro de este corte de fotografías en que los filósofos muestran su imagen al mostrar su zona de confort se encuentra  Emmanuel Levinas fotografiado por  Sergio Gaudenti en 1993, imagen en la que el filósofo se ve entrando a una habitación en que se encuentran libros y papeles como una muestra más de que todo amante de la filosofía debe tener una habitación destinada a dar tratamiento a sus preocupaciones intelectuales.(véase http://laimagendelfilosofo.wordpress.com/2012/05/02/718/). Finalmente dentro de este rango en que se muestra a filósofos como habitantes de un espacio privado se puede ver la fotografía de Jean-Paul Sartre de 1970 tomada por James Andanson.
Sin embargo, podemos ver otras poses, usos e interpretaciones en torno a las imágenes que vinculan al filósofo con su biblioteca-estudio; pues podríamos pensar que hoy en día ser filósofos es equiparable al término “erudito” o “intelectual”; visualizándose así como una figura que acumula datos, idiomas y conocimientos, que lee pero además moviliza mediante la escritura de libros, artículos, ponencias dichas adquisiciones.
Sin embargo, creo que igualar esos conceptos limita la imagen del filósofo, lo encasilla al lenguaje y los textos posicionándolo ante el riesgo de un nuevo refrán: “Dime cuánto has escrito y te diré que tan filósofo eres”. Esto me lo permito pensar desde imágenes como la de Antoine Gallimard capturada por la fotógrafa Sophie Bassouls en dónde se observa a un filósofo en una pose casual aunque mostrando parte de su acervo escrito en un librero ordenado y liso, no se ve un área de trabajo sino un lugar impecable  o casi un altar de conocimientos, en la cual su imagen de pensador se pueda resaltar (véase Imagen)
Ahora bien, la imagen anterior me hace pensar por otro lado que hoy en día la academia más que propiciar la educación de filósofo a partir del cuidado del cuerpo y el alma  o como una educación “integral” como lo proponía Platón; le exige al filósofo en formación cierta cantidad de publicaciones al año y con ello se vivifica la idea de que ser filósofo hoy en día podría tomarse como ser intelectual, escritor, erudito, etc; dejando de lado la idea de que cualquiera que aspire ser filósofo no debe caer en la mera memorización, sino que debe estar en un constante diálogo (analizar a través de la palabra) que de por resultado fecundas problemáticas y avistamientos de resoluciones.
Finalmente, dentro de esta misma postura puedo observar la imagen de Derrida de 1987 toda igualmente por Sophie Bassouls en que aparece un pensador en postura reflexiva y abrumada aunque con clara pose a la cámara con poca naturalidad; quizás lo abrumado se deba al peso de la habitación y los libros haciendo caer en una pose poco cómoda. Aunque  esa pose desde mi punto de vista poco favorecedora no elimina el reconocimiento que posee Derrida  como un filósofo brillante del siglo XX, simplemente me parece que su imagen no da más datos sobre su labor como tal.
En conclusión, a partir de estas imágenes me pregunto si el filósofo que ven hoy es un intelectual e innato escritor o un hombre que trabaja con la pluma reflexiva acompañada por la soledad, el cuerpo y su intelecto.
Aunque lo que creo que nos podría ser más claro es que las exigencias del mundo han modificado no sólo el modo en que los hombres en general actuamos, vivimos y necesitamos sino que ha llegado a modificar las exigencias de ser incluso, filósofo. Ya que a diferencias de la propuesta de Platón en República en que el filósofo debía ser educado desde el cuerpo hasta en sus habilidades matemáticas y discursivas, el siglo XX exige la presencia de un filósofo productivo -“el que no escribe, no vende”-debemos entonces procurar  las habilidad argumentativa para dejarla por sentada en textos.

Elaborado por Marlene

sábado, 5 de mayo de 2012



The philosopher kings 

Patrick Shen (director), Greg Bennick (productor), The Philosopher Kings, Con trabajadores de mantenimiento de Cornish College of the Arts, la Universidad de Berkeley, la Universidad de Duke, La Universidad de Florida y la Universidad de Princeton , 2009 [Documental]








Sinopsis:

En busca de la sabiduría que se encuentra en lugares inverosímiles,los reyes filósofos nos lleva en un viaje a través de los pasillos de las universidades más prestigiosas y las universidades en los Estados Unidos para aprender de los miembros del personal que lo ven todo y han pasado por todo: los custodios. Esto invita a la reflexión,largometraje documental entrelaza las historias no contadas de triunfo y tragedia de los miembros de la sociedad que a menudo se ignoran y se ignoran, y busca el tipo de sabiduría que se obtiene a través del día y las lecciones que uno aprende de sobrevivir duroveces, amores perdidos y sueños rotos.

De los productores de la huida ganador de varios premios de la Muerte, los reyes filósofos nos da la oportunidad de aprender deocho personas increíbles que nunca de otro modo habría tenido un momento de nuestro día a reconocer.

"Una sola conversación con un hombre sabio es mejor que diez años de estudio." ~ Proverbio chino

Trailer:




Elaborado por Marlene

viernes, 4 de mayo de 2012


Susana Zuñiga,Bolillo el oso filósofo, México, 2006



Se pueden adquirir en el siguiente sitio: http://www.chanaland.com/  en la sección de personajes y algunas tiendas de diseño en México.
Descripción:
La creadora muestra
en algunos de sus productos esta información sobre Bolillo:

-Es un oso y uno de sus grandes hobbies es sacar temas para discutir y
tener la razón de todo. Nadie puede dudar que es el gurú, es un gran
filósofo que siempre está en búsqueda de las grandes incógnitas del
mundo, de tanto pensar hay momentos donde de plano se le pega el
flotador y se va, se va, se va... Para cuando regresa Frijol y Paquito
le cuentan que fue secuestrado por marcianos que abusaron de él, algo
que constantemente está dudando.-
Elaborado por Marlene

jueves, 22 de marzo de 2012

Hypatia T-shirt






Hypatia (Ὑπατία [i.pa.'tj.a], en griegoAlejandría355 o 370 – ibídem, marzo de 415 o 416) fue una filósofa y maestra neoplatónica griega, natural de Egipto, que se destacó en los campos de las matemáticas y la astronomía, miembro y cabeza de la Escuela neoplatónica de Alejandría a comienzos del siglo V. 

Nota: Libro sobre la vida de Hypatia 
  • Hypatia de Alejandría,  Maria Dzielska, Harvard: Harvard University Press, 1995.
Realizado por: Marlene Adriana Sánchez Díaz