Motivado
por cumplir con el curso de Problemas de Historia, me paro frente a la Facultad
de Filosofía y Letras de la UNAM. Una pregunta me golpea: ¿cuál piensa la gente
que es la labor del filósofo en esta época que llamamos contemporánea? Existen
clichés sobre su imagen, sin duda, pero un pensamiento permanece constante en
mi mente: cualquier persona cuyo desempeño sea independiente del ámbito
filosófico no conoce enteramente la labor del filósofo.
De forma
casi instantánea, me encuentro arrastrado por el pensamiento -enamorado con el
orden- que he aprendido en la carrera. Me resisto. Me torno consciente que para
responder a esta pregunta no debo de hacerlo como filósofo. Pero pierdo la
batalla ante la costumbre y distingo dos categorías: el filósofo práctico y el filósofo metafísico. El primero, como figura de autoridad, como hombre cuyo pensamiento
moldea como arcilla virgen al mundo que lo rodea, y viceversa. El segundo, como
hombre impráctico, excéntrico, que intenta comprender y explicar lo que en la
historia del planeta Tierra el hombre no ha logrado comprender ni explicar sino
contingentemente. El orden atenta en mi contra y me doy cuenta que muchas veces
esta línea no es tan tajante o evidente como la dibujo. Encajonado y un poco
mareado, recurro a la evidencia del blog que hemos construido, evidencia que se
supone proyecta al filósofo desde la perspectiva del que no lo es: ahí lo
encontramos en poemas, cuentos, pinturas, películas, sátiras, recetas de
cocina, caricaturas, ropa, canciones, fotografías y hasta objetos propios de la
cultura pop. Pero, ¿qué me dicen estos ítems de sus autores? Retorno al blog a
revisar estos ítems, y me doy cuenta que todos tienen sentido, e incluso
algunos demuestran conocimiento filosófico considerable. Acomodo mis
pensamientos alborotados y concluyo que, sin duda, estos autores deben de saber
algo -por lo menos un poco- de filosofía para poder crearlos.
Estamos
intentando conocer la imagen del filósofo desde la perspectiva del no filósofo,
me recuerdo a mí mismo. Y de nuevo me siento obligado a distinguir: parece ser
que los no filósofos conocedores de esta disciplina (dentro de
los cuales se encuentran los autores de nuestros ítems), proyectan al filósofo
como aquél hombre en quien se albergan los cuestionamientos prácticos y
metafísicos; es decir, parecen ser conscientes de la relación compleja entre
filósofo, sociedad y abstracción: el filósofo como figura de autoridad que
construye e imagina, como artesano intelectual del porvenir práctico y del
pensamiento abstracto. Pero qué sucede con aquellos no filósofos cuyo
único acercamiento con dicha disciplina es meramente cultural/cotidiano,
me pregunto. Y no logro encontrar una respuesta certera. Me torno consciente
que de querer justificar esta respuesta en la evidencia, debería de preguntar
en la calle, analizar comentarios, o bien recordar experiencias pasadas con
este tipo de personas, que a mi parecer representan a la mayor parte de la
población. Pero este escrito debe de basarse en el blog -recuerdo rápidamente-,
y acabándoseme las páginas me rindo ante mi opinión: me parece que para estos
individuos (los no filósofos cuyo único acercamiento con dicha disciplina
es cultural/cotidiano) la imagen del filósofo es incierta, o por lo
menos, presenta la paradoja entre lo práctico y lo impráctico, entre lo físico
y lo metafísico, inclinándose la opinión popular por los segundos adjetivos.
Me
parece que el no filósofo conocedor se distingue ciertamente
del no filósofo cultural/cotidiano. Sin embargo, el primer tipo se
acerca en cierta medida -aunque sea un poco- a los filósofos institucionales.
De tal manera que, si queremos una respuesta honesta de la imagen del filósofo
desde la perspectiva del no filósofo, me parece que debemos de
considerar más pura la de los segundos.
Muy bien escrita tu entrada. Me gusta el tono, el ritmo, la forma de abordar el problema y por supuesto el modo en que discutes el problema de la imagen del filósofo. Hecho de menos que las alusiones al proyecto sean eso, meras alusiones y que no haya una referencia claro entre tu reflexión y el proyecto. También creo que utilizar algunas ligas hubiera sido muy buena idea.
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