jueves, 31 de mayo de 2012

¿Prozac para el filósofo?


Un vistazo al Querido Filósofo, veámoslo en lo que es considerado su ecosistema:

Dentro del entorno de la vida académica, el filósofo en nuestros días, cuenta con reconocimiento que le permite ser respetado e involucrarse con distintas disciplinas. Debido a la compleja realidad en la que estos momentos, esta situada la humanidad; es relevante afrontar las problemáticas de manera interdisciplinaria, es por eso que el filósofo puede optar también ahora por ella. Puede volverse un ferviente luchador social o un reconocido académico, que sea capaz de sustentar tanto las revoluciones ideológicas o el establecimiento de regímenes instituidos.

Parece tener un lugar especial en la sociedad, le es permitido ahondar diferentes espacios  teóricos o prácticos, es una especie de virtuoso con un toque de rebeldía y travesura. Cada que él lo desea el mundo le abre los brazos para este pueda escudriñar sus misterios, sin que por esto sea  visto  como impertinencia.
Puede ser capaz de vivir en toda esta libertad o decidirse por un yugo burocrático. Si decide por el yugo burocrático, tendrá acceso a una vida basta de recursos necesarios para su subsistencia.

La filosofía puede volverse ese tipo de trabajo deseado en una oficina, donde las paredes puedan ser testigo de todas aquellas grandes ideas que se asoman en los ojos del filósofo. La rutina en este caso será importante para poder llegar a cabo tal empresa, horarios que respetar así como las reglas que le posibilitan ser parte de la producción de trabajo intelectual.

También puede darse el caso de un filósofo fuera de la academia, aunque ésta no llegue a estar muy de acuerdo de llamarlo así. Puede ser cualquier persona que este decidida  o empeñada en ver la realidad y su vida con mirada filosófica. Podrá dedicarse a trabajos tal vez no tan relacionados a la filosofía directamente, sin que por eso el filósofo dirija su mirada a otra cosa que no sea la belleza de la verdad. Podrá lustrar zapatos, tender camas, lavar baños pero siempre pensando en su amada filosofía.

¿Y qué de aquellos que no están tan entendidos con la rigurosidad o tradición de la filosofía? ¿Que desean crear sus propias ideas, novedosas, listas para resplandecer en el mundo, pero sin que por ellos se parezcan mucho a lo que normalmente se pensaría como filosofía? ¿Qué son aquellos que su fin último tal vez no sea la verdad? ¿Que deseen formarse a sí mismo una realidad que responda a sus necesidad e intereses? ¿También a ellos puede llamárseles filósofos? ¿O solo entretenidos, interesados en tener un hobby como la filosofía? ¿Su interés sería tomado como de menos nivel? ¿Sus aproximaciones serían desdeñadas como juego superficial?

Probablemente algunos lo hagan. Ahora parece ser que las condiciones de una etapa histórica como lo es  la modernidad, permiten cabida a esta especie de filósofo que se ha estado logrando.

¿Cómo es posible que si estas condiciones históricas cambian el filósofo siga? ¿Conlleva esto a una transformación de parte del filósofo? ¿En que condiciones inició el discurso de la filosofía? Se puede rápidamente dar un vistazo en la historia de la filosofía para formar una  idea de como se fue dando esto.

Se comenzó por intentar explicar, qué era lo que conformaba la realidad. Las reflexiones se dirigieron hacia la materia. Qué si el mundo era de agua, que si de fuego, que si de aire, algunas de estas fueron las respuestas. El filósofo era aquel que explicaba la realidad bajo una especulación partiendo de la materia. Después el objeto de estudio varió y se deseaba explicar una realidad bajo la especulación de una relación entre dios y el ser humano.

Hubo rompimientos por embates religiosos que permitió el regreso al estudio de los Clásicos formándose un renacimiento intelectual. El filósofo en todos estas etapa ha presenciado las diversas crisis de la humanidad, ha colaborado en esos puntos de quiebre ya sea por omisión o activamente.  

El filósofo y su imagen en la Ilustración, se  establecieron con  una imagen nítida dentro de la sociedad.  Una imagen surgida en un entorno  humanista, pues el centro de todo parecía ser el hombre. El filósofo es el que habla del hombre y en esto se reconocía.

El argumento de La razón, como justificación de la realidad hace su aparición.  El argumento central de la modernidad sigue siendo el de la dignidad del hombre y  la pregunta acerca de la manera en que la conforma haciendo uso de su racionalidad. El progreso es una palabra importante, como sueño utopía pero también como realidad. Gracias a los avances que se alcanzan en materia tecnológica e industrial, el antropocentrismo se vuelva una justificación de los actos que se necesitan para llevar acabo dicho progreso.

No hay momento claro en que se pueda decir donde termina la modernidad y donde empieza la posmodernidad; pero si empiezan a surgir valorizaciones  innovadoras, atrevidas si se compara con otras antes establecidas. Hay un reconocimiento del hombre en sus limitaciones como especie que es, pues dista mucho de las otras que conforman el reino animal.  En su desarrollo no se entrevé  un objetivo definido de su existencia, hacía donde van dirigidos sus esfuerzo de sobrevivencia, sino que tiene que crearlo. No puede subsistir por él mismo en el momento de nacimiento ya que no nace totalmente desarrollado como si sucede en otros animales.

¿Cómo es que en la actualidad, o al menos en la realidad mexicana, sigamos bajo parámetros que responden a la modernidad, cuando vivimos bajo los efectos de valores posmodernos, sobre todo en la educación?

Parece que en las aulas, los valores de la modernidad siguen teniendo validez, pero cuando se sale de ellas y se ingresa tanto a una vida laboral como a la vida universitaria, para aquellos que tienen la oportunidad, todos esos valores se ponen en cuestión sin antes dar un aviso previo. Deberían de poner un anuncio a la entrada de las universidades o en las calles, que dijera: “Favor de no pisar los sueños caídos, de todo aquel que entra a una realidad sin sentido”; porque parece que ya la realidad no tiene sentido.

No tienen sentido todos aquellos discursos escolares, donde te inculcaban y motivaban a estudiar para ser “alguien en la vida”; porque en cuanto consigues un trabajo o entras a la universidad empieza la sensación de ya no sentirte muy “alguien”.

La realidad Mundial actual, parece contener en sí misma mucha violencia. Ser agresiva e inquisitiva con todo aquel que tiene algún tipo de creencia ya sea en dios, en la humanidad, en el amor, respeto, entre otras cosas. Sucede que ahora se tiene una gran aceptación esta indiferencia moral.

La imagen del filósofo fue nítida socialmente; ahora la figura existe pero su imagen, su status, se pierde. Al tocar creencias que compitieran con la filosofía, la cual antes englobaba muchas respuestas y redundaba en la imagen de sabiduría del filósofo, el filósofo pierde cada vez ese status público si bien su función sigue persistiendo.

¿Del cambio de la imagen del filósofo, implica un cambio en el sistema? Este cambio en el sistema de valores no parece ser tan nítido en la cotidianidad; ya que algunas veces se aceptan y otras tantas se rechazan por no reconocerlas como propias. En estas últimas décadas, que incluyen a las primeras de este siglo XXI y a las ultimas del anterior, donde la tecnología en mucho ha sobrepasado las expectativas de bienestar y pobreza, el uso y abuso de la masificación de la información y el consumo voraz; provoca en las generaciones adultas un dejo de melancolía, suspiran por aquella realidad que sentían más cercana a sus vidas.

¿Qué tanto es responsabilidad del filósofo esta situación? En algunas etapas de la historia fungió de héroe, sabio, maestro, político ¿y ahora? ¿En verdad importa saber que función juega ahora el filósofo en la sociedad actual? ¿O como se piensa así mismo? ¿Ya se siente extraño a ella? ¿Es responsable de este caos? ¿Tiró la piedra y escondió la mano? ¿Fue la Filosofía la que cultivó y de la que germinó ese fruto llamado posmodernidad? Si lo hizo ¿Cómo es que ahora se retira del escenario el filósofo  tan cínicamente?

O ¿No es retirarse, acaso esto que hace? Si no se retiró en su totalidad de menos sí se ausento unos momentos, a mi parecer. Se dejó vencer por el relativismo, tal vez para unos no sería esto un fracaso. Pero sin saber todavía a donde se supone que va a terminar esto sería agradable saber a donde asirse, parece que con el relativismo no se puede mucho. ¿Será este querer asirse un error?

Debería de poder dejarse fluir en todo este torrente de incertidumbre, pero ¿Cómo hacerlo?  ¿Podría enseñarse? Y si fuese así ¿Quién lo haría? No tengo nada en contra de los pensamientos desarrollados en la  posmodernidad.  Creo que son bastante liberadores, que son como una especie de huracán, no sabría decir si son la causa o el efecto de un desastre. Pero si creo que parecen dejar ver un vacío. El hombre ahora ya no es parte de una divinidad, ni tampoco la comparte, ya no existe el alma ni la esencia. Ahora se estudia para ser ¿qué? ¿Ser productivo? ¿Sustentable para poder consumir?

No se sabe con que combatirse esta crisis ni la violencia en que se vive. La educación como se tiene pensada en estos momentos parece ya no ser una opción para superar  tal decadencia. Aquellas  evocaciones a realidades de la ciencia ficción, ya no son tan lejanas, ni tan descabelladas.  La filosofía sigue ahí, esta presente como sustento del desarrollo y conformación de una sociedad, pero ¿el filósofo? ¿Él solo se ha desterrado?

Al tratar de ser flexible para subsistir se puede comprometer tu propia existencia; este es un riesgo que da la impresión que el filósofo esta dispuesto a asumir. ¿Es también victima de la circunstancia? La imagen del filósofo es humanista, responde a un legado de grandeza.  Aquellos que se sienten interpelados a esa grandeza son aquellos que tratan de entenderla. Mientras siga sucediendo esto habrá filósofo.

Elaboró: Arely Guerrero Villanueva

1 comentario:

  1. To entrada esta bien escrita y es muy clara. Tocas y desarrollas bien el tema del cambio del lugar del filósofo en algunos momento de la historia, y apuntalas una reflexión al rededor de eso. Sin embargo, veo con extrañeza que no haces ninguna alusión ni incorporas nada del trabajo que hicimos todos durante el semestre. Eso es extraño, porque tu razonamiento parece trazarse al margen de todo lo que discutimos, y es una pena, porque podría quedar mucho mejor si lo incorporara. Por otro lado, la entrada es un poco extensa para un blog.

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