La imagen del filósofo que se se nos ha presentado a lo largo de la construcción de este espacio ha sido una confusa, con varios matices que incluso pueden llegar a ser contradictorios, presentándose así cierta ambivalencia del filósofo fuera de los ámbitos que se consideran propiamente filosóficos apareciendo tanto como un gran sabio digno de respeto como un charlatán objeto de de burlas y desprecio tal y como lo hemos investigado en el post de El filósofo y su imagen social. Por otro lado, en post como ¿Es necesaria la filosofía y su enseñanza en la actualidad? de nuestra compañera Priscilla y también El filósofo como símbolo social, cultural y político de Antonio Albarrán, vemos como es que la figura del filósofo y la filosofía misma estan también en una relación conflictiva respecto de nuestro tiempo y de las esferas de poder reinantes en él, ya que la filosofía es una actividad creativa que representa de este modo cierta resistencia contra lo establecido, así como una postura critica respecto del propio tiempo, el contexto social, y de uno mismo; todo ello estaría en contra de los intereses dominantes y presentaría ala filosofía como algo peligroso, aunado a al visión de que la filosofía es algo improductivo y ocioso -toda otro trabajo supondría la reflexión e investigación respecto de si esa postura del poder respecto de la filosofía fue la que produjo esa imagen ambivalente y muchas veces desfavorecedora a la filosofía o viceversa-. A si pues, en medio de este panorama es que se nos presenta la urgencia de reivindicar y justificar la filosofía como una herramienta para la completa y correcta realización del ser humano tan importante y necesaria en estos tiempos de incertidumbre y camios en gestión.
Bien puede ser que esta imagen problemática de la filosofía y los filósofos se de justo desde el lugar que se ha pensado como el propio de la filosofía, es decir, la academia, pues desde aquí es que se han establecido los lineamientos de lo que es y no es filosofía, lineamientos que muchas veces dejan fuera precisamente los ejercicios de creatividad y autorealización que busca la filosofía y cuya actividad no va mas allá de la academia misma [Cfr. Onfray, Michel. la comunidad filosófica, http://es.scribd.com/doc/80713395/MICHEL-ONFRAY-LA-COMUNIDAD-FILOSFICA]. Contra esto, Onfray nos dice que hay que
proceder a la mezcla; a contrapelo de la endogamia, practicar la exogamia; para terminar con la sociedad cercada, producir una sociedad abierta; para abolir el reino de la entreglosa de los textos, buscar la glosa del mundo; para ir más allá del profesor especialista, anatomista del cuerpo frío de la historia de la filosofía, establecer el poder de los filósofos, de los amantes del cuerpo cálido de la vida, reanudar la práctica de la filosofía antigua y restituir la filosofía a quien le pertenece -quienquiera que se adueñe de ella a condición de que el uso que haga de la misma no sea contradictorio con las promesas anunciadas: la construcción de una subjetividad soberana. [Ibíd. p. 42]
Reanudar la filosofía antigua, la filosofía de Sócrates y Diógenes,que era una filosofía para educar al pueblo, que es quien se tiene que adueñar de ella. Por lo pronto, lo que nos toca hacer desde este espacio es ver como se ha intentado acercar la filosofía la población en general, sacándola de la universidad. Vallamos pues a ello.
Desde todo lo que se ha recolectado en este espacio parecen pocas las formas que encontramos de justificar y acercar la filosofía y a los filósofos a la sociedad en general, sin embargo las formas de hacerlo son muy interesantes. Tenemos por ejemplo la publicación en versión manga (cómic japones) de libros grandes obras de importantes filósofos como lo son El Capital de Marx, El Príncipe de Maquiavelo, o Así hablo Zaratustra de Nietzsche, aquí vemos como es que se presenta la filosofía de un moco menos rígido quizá con mas dinamismo y de una forma que podría ser mas cotidiana para algunos, ademas de que son libros polémicos que justamente, desde nuestro tiempo, invitan a la resistencia, la creatividad y la conformación de uno mismo; pero si de cotidianidad hablamos que mejor que el metro, como en el metro de Londres donde se pusieron a leer frases de Sartre o Gandhi con el fin de invitar al publico a la reflexión. Por otro lado la serie de televisión Física o Química nos presenta a una maestra de filosofía que ayuda a sus alumnos con sus problemas personales.
Vemos pues que la forma de intentar acercar la filosofía al pueblo aunque variada, siempre es a través de situaciones cotidianas. No se trata pues simplemente de hacer que todos sean filósofos, sino que es un doble movimiento: por un lado hacer que la sociedad se acerque a la filosofía para poder encontrase con ellos mismos y poder liberarse, y por otro lado sacar a la filosofía de un claustro que les dañina, de este modo lo propiamente filosófico no seria algo fijo de una ves y para siempre -de hecho ya no seria nada- sino que se estaría construyendo siempre en la medida de las demandas que su tiempo exija y desde los recursos que este ofrezca; y así desde la reivindicación de la filosofía misma se reivindicara también la imagen del filosofo.
Rubén Efrain López García.
Tu entrada tiene la virtud de retomar las reflexiones de otros de tus compañeros y de referir directamente a cosas contenidas en la investigación. Sin embargo, me parece que se pierde un poco el punto de la reflexión, o al menos a mi no me queda del todo clara cuál es tu argumento. Es decir, entiendo que expresas algunas opiniones, pero no logro ver cómo se hilan para sostener algo y no logro ver qué es lo que quieres sostener.
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